Fermín Perlassi
(Ricardo Darín) es un vecino caracterizado de un pueblito del
interior, que junto a su esposa y algunos amigos deciden emprender el
camino de un nuevo emprendimiento sin saber mucho sobre el campo,
deciden comprar un viejo molino abandonado y volver a ponerlo en
actividad. El dueño del lugar lo tiene abandonado y se sorprende
cuando recibe la oferta pero como ni siquiera sigue viviendo en el
pueblo, le pone un precio a la operación y espera a que Perlassi y
su gente reúnan el monto estipulado. Y así suceden las cosas, con
mucha buena voluntad Fermín y Lidia (Verónica Llinás) arman un
grupo de inversores que participarán de una cooperativa y
comprometen así a casi todo el pueblo. El níucleo central de la
cooperativa son Fermín y Lidia, Fontana (Luis Brandoni), Belaúnde
(Daniel Aráoz), Medina (Carlos Belloso), Carmen (Rita Cortese) y
Hernán (Marco Antonio Caponi), que es hijo de Carmén y participa
por imposición de ella que es la mayor inversionista. Una vez que
juntan el dinero, Fermín y su esposa van al banco y allí se
encuentran con una novedad que los hará tomar la decisión de
guardar la plata para esperar a tomar una decisión final. Por
desgracia para ellos, entre que se empezaron a organizar en agosto de
2001 hasta que reunieron el dinero, ya estamos en diciembre de 2001 y
al otro día de dejar el dinero en el banco se desata una crisis
económica y la cooperativa pierde todos los ahorros del pueblo.
Perlassi que
entiende esa situación lo deja frente a sus amigos y socios del
pueblo como el único responsable de la pérdida entra en crisis.
Meses después y tras la muerte de Lidia vuelve al pueblo el hijo de Fermín, interpretado por el Chino Darín, que estaba estudiando en otra ciudad pero que entre la crisis del país y la situación familiar vuelve al pueblo para estar con su padre que lleva meses deprimido. En ese estado de cosas Fontana y Belaúnde aparecen en la casa de Perlassi para contarle una historia que escucharon de manera casual una historia que tiene que ver con la plata de la cooperativa. Ese dinero nunca entró en las arcas de la entidad financiera sino que fue robado por uno de los funcionarios del banco.
De allí en más el
variopinto grupo que formaba el núcleo de la cooperativa deviene en
banda justiciera y tratará de recuperar ese dinero o para ser más
claros robarle al ladrón que ya sabemos que tiene cien años de
perdón.
Sebastián
Borenstein se apoya en el talento del grupo de actores para contar
con buen pulso y timming una historia que atrapa al espectador y que
lo hace tener empatía con la empresa de estos justicieros. Nadie
desentona en el elenco y la banda de sonido en la que suenan algunos
temas reconocidos de bandas com Serú Girán y Babasónicos acompañan
el relato.
La odisea de los giles es una película con destino de clásico y ambiciones entiendase, es la primera producción de la empresa de Ricardo y de el Chino Darín. Un cine industrial posible de alto impacto y distribución internacional que para este año de vacas flacas es una buena noticia y en lo que hace a la cinematográfico, hay que decir que es la mejor de las películas de Borenstein, que en su momento abandonó una solida carrera televisiva para entrar al cine y a juzgar por esta película le encontró definitivamente el tono que busca.

LA ODISEA DE LOS GILES
La odisea de los giles. Argentina/España, 2019.
Dirección: Sebastián Borensztein. Guión: Sebastián Borensztein y Eduardo Sacheri. Intérpretes: Ricardo Darín, Luis Brandoni, Chino Darín, Verónica Llinás, Daniel Aráoz, Carlos Belloso, Marco Antonio Caponi, Rita Cortese, Andrés Parra, Federico Berón. Producción: Ricardo Darín, Fernando Bovaira, Leticia Cristi, Chino Darín, Simón de Santiago, Axel Kuschevatzky, Matías Mosteirín, Federico Posternak y Hugo Sigman. Distribuidora: Warner Bros. Duración: 120 minutos.