Cuando se encienden las luces en el cálido y colorido set de Alex Berry, peculiar pero elegante, queda claro que se trata de una novela que reinventa la farsa clásica de Brandon Thomas. la tía de charleyvisto por primera vez en 1892 y ahora adaptado por Rob Madge. Simplemente contemplar los pilares y arcos rosados de la sala del jardín de verano, realzados por puertas cubiertas con tela a rayas rojas y blancas, provoca una sonrisa. Y luego ves los trajes de los estudiantes universitarios de Oxford (también diseñados por Berry), la chaqueta a rayas rojas y rosas, los pantalones cortos y los calcetines del confiado Jack Chesney y la enorme pajarita de cinta escarlata del bastante inquieto y epónimo Charley, y es obvio que se trata de un cambio de imagen… ¡y qué cambio de imagen tan alegre es!
Madge y la directora Sophie Drake forman un gran equipo. La dirección empática de Drake encuentra lo divertido y los sentimientos de frustración o miedo en cada situación. En primer lugar, Charley de Jonathan Case atrae la simpatía de la audiencia mientras lo incita el saltarín Jack de Benjamin Westerby.
Los objetos de su afecto, Amy Spettigue de Mae Munro y Kitty Verdun de Yasemin Özdemir, pueden vestirse con estampados florales un poco más tradicionales, evocando a Jane Austen y Abadía de Downtonpero aumentan la diversión con su energía nerviosa inteligentemente calibrada.
Tengo la sensación de que Thomas habría apreciado la versión de Drake y Madge de su comedia, “celebrativa, caótica y más extraña que nunca, sin vergüenza”, como declara Madge sin rodeos en la nota del programa.
Es el triunfante Babbs de Max Gill (originalmente llamado Lord Fancourt Babberley, pero incluso entonces abreviado a Babbs por Thomas), quien irresistiblemente se asegura de que se celebre lo queer. El castigo de Babbs por intentar escaparse con un montón de botellas de champán es ponerse ropa femenina y hacerse pasar por la “tía de Charley” de Brasil, quien ha sido muy esperada pero envía un mensaje de que se ha retrasado.
Babbs de Gill está en su elemento, especialmente con un vestido, y se las arregla fácilmente no solo para convencer al feroz padre de Amy, Spettigue (un Richard Earl con el ceño fruncido) de que ella es en realidad la fabulosamente rica Donna Lucia D’Alvadorez, recién llegada de Brasil “de donde vienen las nueces” (como dice la frase más famosa de la obra); pero el hecho de que ella sea solo la menguante fortuna de la viuda rica Spettigue sugiere que podría necesitar cortejar…

Hay mucho más caos por venir cuando finalmente llegue la verdadera Donna Lucia (interpretada con gracia y elegancia por Maggie Service) y acompañada por su sobrino adoptivo Eli (un dulce Elijah Ferreira).
Puede anticipar un final feliz, pero no me corresponde a mí revelar si se logra y cómo. Sin embargo, debo instarte a que vayas a ver esta gloriosa producción para descubrirlo.










