Tras un exitoso debut fuera de Broadway en 2013, Comprador y Bodega El espectáculo llegó por primera vez al Reino Unido en 2015. Vuelve, pero esta vez en el renovado King’s Head Theatre del norte de Londres. El actor ganador del premio WhatsOnStage, Rob Madge (Mi hijo es marica (¿pero qué se le puede hacer?)), como el actor desempleado de Los Ángeles, Alex More, proporciona un ritmo cómico perfecto al interpretar el hilarante guión de Jonathan Tolins, ambientado en la casa de Barbra Streisand.
Dirigida por Kirk Jameson, Comprador y Bodega tiene una duración de 100 minutos (sin intervalo), por lo que hay que tener talento para mantener al público cautivado y haciendo que rían con ganas; Jameson lo consigue con facilidad.
Es una actuación impresionante de Madge en este fantástico espectáculo unipersonal, que alterna entre múltiples personajes, incluida la icónica Streisand, rindiendo homenaje a la icónica cantante y su legendario mini-centro comercial en el sótano.
No, no está basada en una historia real, pero sí, Streisand tiene una pequeña zona de compras en el sótano de su apartamento de Malibú. Allí encontrarás una tienda de ropa y antigüedades, o los invitados pueden comprar un dulce en la tienda de dulces y, en el caso de esta obra, un “fro yo” (yogur helado). Y aquí es donde ocurre toda la magia.
La condición de actor desempleado de Alex More lo ha llevado a este último cambio de carrera, en el que de hecho dirige el centro comercial de Streisand. Aunque es un trabajo de corta duración, las cosas empiezan a mejorar y es cuestión de tiempo que conozca a la mujer y se desarrolle una improbable amistad, pero en detrimento de su relación, donde su pareja declara: “¡Soy yo o Barbra!”.
El decorado de Ingrid Hu es minimalista e incluye solo una silla sencilla y un accesorio (una copia del libro de Streisand, Mi pasión por el diseñoque es la inspiración para la obra de Tolins). Con poco que nos distraiga, mucho queda a la imaginación del público y me atrevo a apostar que muchos de nosotros todavía estamos pensando en qué tiendas nos gustaría tener en nuestros propios centros comerciales subterráneos.
El diseño de sonido de Emily Rose Simon es sutil, Madge llega al set tarareando “Memory” y hay muchas referencias a los hombres homosexuales y su obsesión con Streisand. Sin embargo, si esperas cantar algunos números clásicos de Streisand, esta obra no lo es. En cambio, trae risas y te deja preguntándote sobre los extremos que los actores podrían tener que recorrer para sobrevivir hasta su próxima gran oportunidad.