El fin de semana pasado (del 16 al 19 de mayo), Sonic Temple 2024 se celebró en el Historic Crew Stadium de Columbus, Ohio, y les dio a los fanáticos de la música la oportunidad de inclinarse ante un altar adornado con riffs duros, enormes pilas de amplificadores y pintura cadavérica. Como en cualquier buen servicio religioso, las oraciones se gritaban, la comunión era de cerveza y comida frita, y el sentido de comunidad era palpable. Durante cuatro días, los asistentes caminaron junto al espíritu del rock.
El fin de semana ofreció un set tras otro que complació al público, desde los cabezas de cartel (Slipknot, Pantera, The Original Misfits y Disturbed) hasta los favoritos de la tarde (Limp Bizkit, Cypress Hill, Mr. Bungle, 311) y los recién llegados que generaron expectación (Nova Twins, The Chats, Militarie Gun, Scowl). Con representación de una amplia variedad de subgéneros del hard rock, caminar de escenario en escenario ofreció una experiencia variada y emocionante, que en definitiva mantuvo la programación fresca durante todo el fin de semana extendido.
A pesar de un breve episodio de lluvia y algunos momentos de sol intenso, las vibraciones de los lugareños y los campistas parecían mantenerse altas, una energía que se trasladó a muchos de los sets. “¡Joder, sí, Sonic Temple!” fue un grito de guerra usado a menudo mientras las bandas animaban a la multitud y pedían que hicieran círculos en el suelo o muros de la muerte. Esa energía siguió creciendo con cada día que pasaba, y culminó con un set de cierre de Slipknot en el que los gusanos no dejaron absolutamente nada sobre la mesa.
Para aquellos que no pudieron escuchar en persona los gritos de “¡Joder, sí!”, aquí hay un resumen de lo que sucedió en Sonic Temple 2024: